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SOY PACIENTE

Más información

我是 DRA. 崔西塔·帕納奇

Especialista en el tratamiento de malformaciones craneofaciales como la fisura labiopalatina (FLP), la microsomía hemifacial, la disostosis mandibular, el síndrome de Pierre Robin, entre otras condiciones congénitas.

Te doy la bienvenida a este espacio, pensado para brindar información clara y confiable a las familias, cuidadores y pacientes que conviven con estas condiciones. Aquí encontrarás orientación sobre los tratamientos disponibles, el seguimiento médico necesario y el apoyo que podemos ofrecer desde el primer día.

Demostración clínica del uso de placa funcional para alimentación en bebé con fisura labiopalatina, Nicaragua 2018

1. FISURAS LABIOPALATINAS

Las fisuras de labio y/o paladar son alteraciones del desarrollo craneofacial que ocurren cuando ciertas partes de la cara no se unen correctamente durante las primeras semanas del embarazo. También se les conoce como malformaciones craneofaciales congénitas. Esta falta de fusión puede afectar el labio superior, el paladar (el techo de la boca), o ambos.

La fisura labio-palatina es la malformación craneofacial congénita más común en el ser humano.

En la mayoría de los casos, las fisuras labio-palatinas se presentan de forma aislada, es decir, sin estar asociadas a ninguna otra condición médica. Sin embargo, en ciertos casos pueden formar parte de un conjunto de alteraciones conocido como síndrome, donde la fisura es uno de varios rasgos presentes.

Cirujana maxilofacial pediátrica mostrando en un simulador el tratamiento de malformaciones craneofaciales

La causa exacta de las fisuras de labio y paladar aún no se conoce con certeza. Sin embargo, la teoría más aceptada es la teoría multifactorial, que indica que esta condición puede deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales que actúan durante las primeras semanas del embarazo, justo cuando se está formando el rostro y el paladar del bebé.

Uno de los factores ambientales más estudiados es la baja ingesta de ácido fólico y vitaminas del complejo B en la dieta de la madre. El ácido fólico es una vitamina esencial para el desarrollo adecuado del sistema nervioso y de los tejidos embrionarios. 這就是為什麼, se recomienda que las mujeres en edad fértil comiencen a tomar ácido fólico al menos tres meses antes de quedar embarazadas, ya que muchas veces la alimentación diaria no cubre los requerimientos necesarios.

Además de la deficiencia de vitaminas, el estrés materno ha sido identificado como un posible factor de riesgo en el desarrollo de fisuras labiopalatinas. El estrés prolongado puede alterar el equilibrio hormonal y afectar negativamente al desarrollo fetal.

Otros factores ambientales que también han sido asociados incluyen la exposición de la madre a pesticidas fosforados, sustancias contaminantes o tóxicas, especialmente durante las primeras semanas de embarazo. Estas sustancias pueden interferir con los procesos normales de formación de las estructuras faciales del embrión.

Cuidar la salud física y emocional de la madre antes y durante el embarazo es una forma fundamental de contribuir al desarrollo sano del bebé. Una buena alimentación, acompañamiento médico y reducción del estrés pueden hacer una gran diferencia.

Ilustración del desarrollo facial en la etapa embrionaria entre las semanas 4 y 8, mostrando la fusión incompleta

No todas las fisuras son iguales. Existen distintos tipos, dependiendo de qué partes de la boca y la cara están afectadas. A continuación, te explicamos los más frecuentes:

  • Fisura labial (fisura de labio):
    Afecta solo al labio superior. Puede presentarse en un solo lado (unilateral) o en ambos lados (bilateral). La literatura médica señala que las fisuras del lado izquierdo son más comunes que las del lado derecho. En algunos casos, la fisura es solo un pequeño corte; en otros, puede extenderse hasta la nariz.

  • Fisura palatina (fisura del paladar):
    Afecta solo al paladar, es decir, al techo de la boca. Puede comprometer la parte blanda (más cercana a la garganta), la parte dura (más anterior) o ambas. En ocasiones, puede pasar desapercibida al principio, especialmente si es pequeña.

  • Fisura labio-palatina:
    Es la más extensa y afecta tanto al labio superior como al paladar. Al igual que las anteriores, puede ser unilateral o bilateral.
    Cuando es completa, la abertura puede extenderse desde el labio hasta la parte más profunda del paladar.

Cada tipo de fisura requiere un enfoque de tratamiento individualizado, y la buena noticia es que existen técnicas muy eficaces para ayudar al bebé a alimentarse mejor, prepararlo para la cirugía y mejorar su desarrollo facial y funcional.

Ilustración médica que muestra los tipos de fisura: fisura de labio, fisura de paladar y fisura de labio y paladar

2. OTRAS ALTERACIONES EN EL DESARROLLO CRANEOFACIAL

Las alteraciones del desarrollo craneofacial son muy variadas. En algunos casos, además de la fisura del labio y/o paladar, pueden verse afectadas otras estructuras de la cara y del cráneo, como los huesos, los músculos, los cartílagos o los tejidos blandos. Algunas son:

Es una condición en la que un lado de la mandíbula (maxilar inferior) crece menos que el otro, provocando una asimetría facial. Esta diferencia puede hacerse más evidente a medida que el niño crece, ya que los dos lados de la cara se desarrollan de manera desigual.

Es un trastorno genético que puede afectar el desarrollo de los pómulos, la mandíbula, los oídos y los párpados. Los niños pueden presentar rasgos faciales característicos y, en algunos casos, pérdida auditiva.

Se caracteriza por una mandíbula pequeña (micrognatia), la lengua en posición más posterior de lo normal (glosoptosis) y, frecuentemente, fisura palatina. Esto puede dificultar la alimentación y la respiración en los primeros meses de vida.

Afecta tanto el cráneo como las manos y los pies. Los huesos del cráneo se fusionan demasiado pronto, lo que puede modificar la forma de la cabeza y afectar el desarrollo cerebral. Es común que también haya alteraciones faciales y dentales.

Existen muchas otras condiciones donde las alteraciones craneofaciales son parte de lo que en medicina se conoce como un síndrome.

En medicina, un síndrome es un conjunto de signos y síntomas que suelen aparecer juntos y que comparten una misma causa, como puede ser una alteración genética.
Cuando un niño presenta una fisura o una alteración en la cara como parte de un síndrome, eso significa que hay otras estructuras del cuerpo que también pueden estar comprometidas, por lo que el seguimiento médico requiere un enfoque más integral y coordinado entre diferentes especialistas.

3.ORTOPEDIA FUNCIONAL DE LOS MAXILARES (Ofm)

Un enfoque terapéutico centrado en la función y el desarrollo integral del sistema orofacial

La Ortopedia Funcional de los Maxilares (Ofm) es una especialidad de la odontología orientada a prevenir y corregir las disfunciones del sistema estomatognático, así como las alteraciones morfofuncionales que derivan de dichas disfunciones. Su enfoque terapéutico no se limita a alinear dientes, sino que actúa sobre los mecanismos funcionales que influyen directamente en el crecimiento y desarrollo de los maxilares y otras estructuras faciales.

Los orígenes de la OFM se remontan a 1881, cuando el Dr. Jean-Louis Roux, cirujano dentista francés, propuso por primera vez que el tratamiento ortopédico podía influir en el desarrollo óseo facial mediante la modificación funcional. Roux fue el autor de la Teoría de la Adaptación Funcional, la cual plantea que la forma de los huesos puede modificarse como respuesta a las fuerzas funcionales que actúan sobre ellos. Esta visión pionera convirtió a Roux en el precursor de la Ortopedia Funcional de los Maxilares.

Posteriormente, en 1936, el dentista danés Dr. Viggo Andresen y el cirujano alemán Dr. Karl Häupl formalizaron el concepto deortopedia funcional”, enfocando sus tratamientos en la rehabilitación de las funciones orales y en la estimulación muscular como vía para guiar el crecimiento óseo. Esta aproximación fundamenta el principio de que las funciones orofaciales adecuadas, al ser restauradas o estimuladas, pueden corregir los vectores de crecimiento facial.

En palabras contemporáneas, la adaptación funcional se reconoce como el principio biológico sobre el cual se sustenta la OFM. Esta disciplina se apoya en una biomecánica que respeta y reproduce los patrones naturales de crecimiento, utilizando fuerzas suaves, biológicas y dirigidas.

El sistema estomatognático: estructura y función

Cuando hablamos de OFM, nos referimos inevitablemente a dos conceptos clave: función y sistema estomatognático. Este sistema está conformado por todos los órganos y tejidos que intervienen en funciones vitales como: masticar, deglutir, hablar, pronunciar, respirar, sonreír, besar y, en el caso de los neonatos, succionar. Incluye músculos, huesos, articulaciones, dientes, lengua, labios, encías, mucosas y glándulas.

Una definición integral de la OFM

La Dra. Wilma Simões, referente internacional en esta especialidad, define la Ortopedia Funcional de los Maxilares como:

“La especialidad que diagnostica, previene, controla y trata los problemas de crecimiento y desarrollo que afectan los arcos dentarios y sus bases, tanto en el período ontogenético como en el post-ontogenético, no siempre mediante aparatos pero cuando éstos se hacen necesarios, requieren para su selección, construcción y manejo clínico: métodos específicos de diagnóstico para las múltiples posibilidades de cambio de postura terapéutico, el uso de sistemas propios de anclaje, la actuación de forma peculiar sobre los dientes () e interfieren en la dinámica mandibular, así como en la muscular, facial y ósea.”

Rehabilitación Neuro-Oclusal (RNO): una visión complementaria

En este mismo enfoque funcional se inscribe la Rehabilitación Neuro-Oclusal (RNO), una teoría desarrollada por el Dr. Pedro Planas Casanova en 1962. Esta visión propone una intervención precoz para prevenir y tratar disfunciones de origen funcional que afectan al aparato masticatorio, y que pueden derivar en maloclusiones dentarias, alteraciones periodontales y trastornos cráneo-mandibulares. El Dr. Planas, originario de Barcelona, se convirtió en uno de los pilares del pensamiento funcional en odontología moderna.

Ambas escuelas —Simões y Planas— convergen en un mismo objetivo terapéutico: preservar y restaurar las funciones orofaciales, activando los músculos implicados en la masticación, deglución, fonación y respiración como parte del tratamiento.

La OFM aprovecha las fuerzas fisiológicas del propio organismo, generadas principalmente por la musculatura involucrada en la masticación, deglución y fonación. Estas fuerzas son transmitidas a través de dispositivos ortopédicos especialmente diseñados que actúan como interfaz funcional, estimulando el crecimiento óseo y la remodelación de tejidos.

El principio de Adaptación Funcional de Roux establece que existe una relación directa entre forma y función: las cargas funcionales modificadas son capaces de provocar cambios en la arquitectura interna y externa del hueso. En este sentido, la OFM se basa en una biomecánica respetuosa del desarrollo natural, guiando las estructuras hacia patrones de crecimiento más armónicos y funcionales.

Aplicación de la Ortopedia Funcional de los Maxilares (Ofm) en el tratamiento de la Fisura Labio-Palatina

El uso de Placas Funcionales en el acompañamiento del crecimiento facial

El tratamiento con Placas Funcionales en infantes con fisura labio-palatina (FLP) representa una herramienta terapéutica altamente efectiva, que complementa y optimiza los resultados de la cirugía plástica reconstructiva. Estas placas permiten modelar el arco maxilar superior, reduciendo progresivamente la anchura de la brecha alveolar y palatina. Al lograr una forma más simétrica del arco maxilar, se proporciona mejor soporte al labio, lo cual favorece tanto los resultados estéticos como funcionales tras la queiloplastia (cirugía del labio).

El tratamiento debe continuar después de la queiloplastia, hasta preparar al paciente para la siguiente intervención quirúrgica: la palatoplastia (cirugía del paladar). Cuando se logra un arco maxilar amplio, simétrico y con una fisura significativamente reducida, las probabilidades de éxito quirúrgico se incrementan notablemente.

El tratamiento puede iniciarse desde el primer día de vida del recién nacido con FLP. La intervención temprana ofrece los mejores resultados, ya que aprovecha el potencial de crecimiento y plasticidad de los tejidos en los primeros meses. Desde la primera consulta, es fundamental realizar una evaluación integral del sistema estomatognático, especialmente de la simetría funcional de la lengua, dentro de un enfoque multidisciplinario sistematizado.

Como se ha señalado, el objetivo principal de la OFM es guiar el crecimiento óseo mediante estímulos funcionales dirigidos. En el contexto de la FLP, esto se traduce en moldear el arco maxilar superior hacia una forma de “U” simétrica, reduciendo la brecha alveolar y palatina y preparando al paciente para las intervenciones quirúrgicas.

Objetivos específicos en la fase prequirúrgica de la queiloplastia:

  • Restablecer las funciones orofaciales alteradas.
  • Guiar el crecimiento de los segmentos maxilares hacia una forma simétrica.
  • Promover el cambio postural mandibular mediante el control del posicionamiento lingual.
  • Aumentar las dimensiones maxilares en altura, sentido sagital y transversal.
  • Disminuir la amplitud de la fisura alveolar y palatina tanto antero-posterior como transversalmente.
  • Lograr una configuración armónica y simétrica del arco superior en forma de “U”.
  • Proporcionar un soporte adecuado al labio para optimizar el resultado estético y funcional de la queiloplastia.

Objetivos en la fase prequirúrgica de la palatoplastia:

  • Establecer una adecuada relación entre el maxilar superior e inferior, con especial atención a lograr el DA (toque entre los incisivos superiores e inferiores en sus tercios incisales), como lo propone la Dra. Wilma Simões.
  • Favorecer el acercamiento entre los segmentos maxilares para permitir la erupción natural de los incisivos laterales, idealmente sin necesidad de injertos óseos.
  • Mantener el DA y eliminar interferencias que impidan los movimientos funcionales de la mandíbula.

Lograr armonía facial a través de un desarrollo intermaxilar equilibrado.

El uso de Placas Funcionales en pacientes con FLP proporciona múltiples beneficios clínicos y funcionales:

  • Separa eficazmente la cavidad nasal de la bucal.
  • Evita la interposición lingual entre los segmentos maxilares.
  • Ofrece un punto de apoyo a la lengua, facilitando la succión del alimento.
  • Favorece la deglución, evitando el uso compensatorio de musculatura accesoria.
  • Reduce el riesgo de que los alimentos se introduzcan en la cavidad nasal.
  • Estimula el crecimiento transversal y sagital de los segmentos maxilares.
  • Proporciona seguridad y tranquilidad a los padres, al facilitar la alimentación y apoyar el desarrollo integral del infante.

La Placa Funcional como estimulador activo del crecimiento y la función

La aplicación de la Ortopedia Funcional de los Maxilares (Ofm) en pacientes con 唇顎裂 (FLP) ha demostrado ser altamente efectiva en el acompañamiento del crecimiento óseo y en la rehabilitación de las funciones orofaciales. Si bien algunos casos progresan más rápidamente que otros, esto se debe principalmente a la variabilidad individual en los picos de crecimiento, ya que el tratamiento se inicia en lactantes o recién nacidos, en una etapa de alto potencial de desarrollo.

Tal como lo señala Petrovic, citado por la Dra. Wilma Simões, la eficacia del tratamiento funcional está directamente relacionada con la categoría auxológica del paciente: a mayor potencial biológico de crecimiento, mayor será la respuesta tisular a la estimulación proporcionada por los aparatos funcionales. En otras palabras, el crecimiento óseo puede ser guiado de forma más eficiente si se aprovechan las ventanas biológicas activas del desarrollo infantil.

El hueso es un tejido dinámico y su respuesta depende del tipo de estímulo recibido:

  • Bajo tensión, puede producirse formación o aposición ósea.
  • Bajo presión, puede inducirse reabsorción ósea.

El tratamiento con Placa Funcional no persigue únicamente una corrección estructural, sino que su objetivo principal es funcional, promoviendo la restitución de patrones fisiológicos, especialmente los relacionados con la respiración, succión y deglución.

La lengua: motor biológico de la Placa Funcional

El elemento activo que impulsa el funcionamiento de la Placa Funcional es la lengua. Cada vez que el lactante deglute (entre 1.500 y 2.400 veces al día), la lengua se eleva naturalmente y hace contacto con la parte superior de la Placa Funcional. Esta, a su vez, transmite la fuerza a zonas específicas de la mucosa palatina, previamente determinadas durante la planificación clínica y el encerado del modelo de escayola.

Este ciclo de estímulo repetido genera microcargas biomecánicas que activan puntos clave de la mucosa palatina, promoviendo una respuesta osteogénica adaptativa. Cuando el reflejo de deglución termina, la lengua desciende y la placa interrumpe su acción, hasta el siguiente movimiento. Este proceso cíclico permite que el tratamiento se desarrolle de forma continua y fisiológica mientras el dispositivo se encuentra en boca.

Las posibles fallas en los resultados del tratamiento con Placa Funcional pueden estar asociadas a múltiples factores, entre ellos:

  • Diseño incorrecto de la Placa Funcional o defectos en la planificación del encerado sobre el modelo de escayola.
  • Selección inadecuada de materiales o errores técnicos durante el proceso de acrilizado.
  • Condiciones sistémicas del paciente que afectan el crecimiento óseo.
  • Deficiencias nutricionales, especialmente en casos donde la ingesta alimentaria está comprometida.
    Manejo inconsistente o inadecuado del dispositivo por parte del equipo tratante o cuidadores.

所以, el éxito del tratamiento requiere no sólo una planificación técnica precisa, sino también un seguimiento clínico constante y personalizado, así como una estrecha colaboración con los padres o cuidadores.

4. ¿Qué es la Modificación Pannaci?

La boca y la cavidad nasal del bebé deben mantenerse limpias y libres de restos de leche, alimentos o mucosidades. Debido a la fisura, existe una comunicación directa entre la boca y la nariz, lo que facilita que la leche pase a la cavidad nasal cada vez que el bebé se alimenta. Esta situación puede provocar irritación y favorecer una mayor producción de mucosidad.

La higiene diaria es fundamental para evitar infecciones y molestias. Se recomienda realizarla dos veces al día, evitando hacerlo justo después de alimentar al bebé.

¿Cómo limpiar la boca del bebé?

  • Utiliza una gasa limpia y preferiblemente estéril, humedecida con agua tibia.
  • Con las manos muy limpias (o usando guantes), envuelve un dedo con la gasa y, con mucha suavidad, introdúcelo en la boca del bebé.
  • Realiza movimientos suaves para retirar restos de leche o alimentos. No olvides limpiar con delicadeza los bordes de la fisura y la lengua.

¿Y la nariz?

  • Utiliza otra gasa ligeramente humedecida con agua tibia.
  • Limpia suavemente las fosas nasales desde el exterior, sin introducir bastoncillos ni objetos dentro de la nariz, ya que esto puede causar irritaciones o lesiones.

Mantener una buena higiene buco-nasal ayuda al bebé a respirar mejor, alimentarse con mayor comodidad y reducir el riesgo de infecciones.

Ilustración paso a paso sobre la higiene bucal y limpieza de la zona afectada en bebés con fisura labiopalatina

Alimentar a un bebé que ha nacido con fisura de labio y/o paladar puede presentar ciertos retos, pero con la orientación adecuada y los recursos apropiados, es posible lograr una nutrición efectiva y segura.

  • Lactancia materna directa
    La mejor opción siempre que sea posible es la lactancia materna. La leche materna no solo es el alimento más completo para tu bebé, sino que también fortalece el vínculo afectivo gracias al contacto piel con piel entre madre e hij@.
    Sin embargo, algunas condiciones pueden influir en que esta alimentación se logre con éxito: la posición del bebé al mamar, la fuerza de succión, el tipo y tamaño del pezón, entre otros. 這就是為什麼, te recomendamos recibir asesoramiento especializado en lactancia para evaluar tu caso y ayudarte a establecer una alimentación adecuada desde los primeros días.
  • Alimentación con biberón especial
    Otra opción muy válida es alimentar al bebé con biberón. Actualmente existen en el mercado biberones especialmente diseñados para controlar el flujo de leche, facilitando la alimentación de bebés con fisuras, especialmente en casos de fisura palatina o en bebés con secuencia de Pierre Robin.

Importancia del uso de la Placa Funcional para una adecuada alimentación
Tanto para la lactancia directa como para la alimentación con biberón, es fundamental que el bebé utilice una placa intraoral (también conocida como Placa Funcional). Esta debe ser confeccionada a medida, preferiblemente en acrílico y con un diseño funcional que se adapte cómodamente a su paladar.
La placa cumple el rol de un “paladar artificial”: permite que la lengua tenga una superficie firme sobre la cual apoyarse para tragar con mayor seguridad, evitando el paso de leche hacia la nariz y reduciendo el riesgo de ahogos. Una vez el bebé está habituado a su Placa Funcional, puede utilizar prácticamente cualquier tipo de biberón.

Profesional de salud enseñando técnicas de alimentación y lactancia para bebés con fisura labiopalatina

La Placa Funcional es un dispositivo hecho a la medida del paladar del bebe que es confeccionado en acrílico y tiene un tiempo de vida útil máximo de 3 meses, con lo cual debe cambiarse con regularidad según el crecimiento de tu bebe. La Placa Funcional debe permanecer en la boca del bebe 24 horas/día. Se sugiere retirarla dos (2) veces al día para su limpieza.

Cómo limpiarla correctamente:

  1. Lavarla bajo el chorro de agua fría (nunca caliente).
  2. Cepillarla suavemente con un cepillo dental de cerdas suaves.
  3. Usar pasta dental sin abrasivos o gel neutro.

Aclarar bien y colocarla nuevamente en la boca del bebé lo antes posible.

Demostración clínica del moldeado nasal prequirúrgico en un bebé con fisura labiopalatina

5. EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO PARA UN TRATAMIENTO INTEGRA

Saber más

El tratamiento de un bebé con fisura labiopalatina implica una atención especializada y coordinada. Debido a que esta condición afecta diferentes funciones y estructuras del rostro, su abordaje requiere la participación de un equipo multidisciplinario.

Este equipo está conformado por profesionales de distintas áreas de la salud, quienes trabajan juntos para ofrecer al niño una atención integral desde el nacimiento hasta su desarrollo completo. Y lo más importante: la familia también forma parte fundamental del equipo. El acompañamiento, compromiso y participación activa de los padres y cuidadores es clave para el éxito del tratamiento.

Las principales especialidades que conforman a ese equipo son:

Es el especialista encargado de realizar las cirugías reconstructivas de labio y del paladar. Su objetivo es mejorar tanto la función como la apariencia del rostro del niño, ayudando a que pueda alimentarse, hablar y desarrollarse adecuadamente.

Se ocupa de las estructuras óseas de la cara y la boca. Su intervención es clave cuando hay alteraciones en los huesos del maxilar o la mandíbula, especialmente en casos complejos o cuando se requiere una cirugía correctiva más adelante.

Es el médico que supervisa el crecimiento y desarrollo general del bebé. Evalúa su estado de salud, controla su nutrición y vacunas, y coordina la atención con los demás especialistas del equipo.

Los bebés con fisura requieren atención dental especializada a ser posible desde el mismo día del nacimiento. Los odontopediatras cuidan la salud bucal del niño desde los primeros meses. Los ortodoncistas corrigen la posición de los dientes y maxilares a medida que el niño crece. Los especialistas en ortopedia funcional maxilar intervienen desde el nacimiento para guiar el crecimiento del rostro y ayudar a reducir la fisura con dispositivos hechos a medida, es la preparación antes de la cirugía de labio y/o de paladar.

Ayuda a las madres a encontrar la mejor manera de alimentar a su bebé, ya sea con lactancia materna directa, extracción de leche o uso de biberones especiales. Su acompañamiento es esencial para asegurar una buena nutrición desde el nacimiento.

Evalúa y trata los problemas relacionados con el oído, la nariz y la garganta. En los niños con fisura, es muy importante vigilar la audición y prevenir infecciones del oído medio (otitis), que son frecuentes por la comunicación entre la boca y la nariz.

Es el especialista en lenguaje y habla. Acompaña al niño a lo largo de su desarrollo para estimular una buena pronunciación, respiración, y función del habla, especialmente después de la cirugía del paladar.

Brinda apoyo emocional a la familia y al niño, ayudando a enfrentar los momentos difíciles del tratamiento. También acompaña al niño en su adaptación social, escolar y emocional.

Estudia si la fisura forma parte de un síndrome o si hay antecedentes familiares. Realiza evaluaciones para entender mejor el origen de la malformación y orientar a la familia en futuras decisiones.

La familia es el pilar más importante del tratamiento. El amor, los cuidados diarios y el compromiso de padres y cuidadores son fundamentales para el éxito de cada paso. Ustedes son parte activa del equipo.

Ilustración del equipo multidisciplinario para el tratamiento y seguimiento médico de la fisura de labio y paladar

6. SECUENCIA DE TRATAMIENTO DEL PACIENTE FISURADO

Gráfico de la línea de tiempo del tratamiento multidisciplinario para pacientes con fisura de labio y paladar, desde el nacimiento hasta la adultez
Saber más

El tratamiento de un bebé con fisura labio-palatina requiere la participación de un equipo multidisciplinario, donde cada especialista trabaja de forma coordinada y comparte el mismo enfoque de diagnóstico y tratamiento. Esta colaboración permite ofrecer al paciente la mejor atención posible en cada etapa de su desarrollo, con el objetivo de lograr una rehabilitación completa y funcional.

En esta sección, te explicaré de forma clara y paso a paso cuál es el rol que cumplimos los odontólogos especialistas en ortodoncia y ortopedia funcional maxilar dentro del tratamiento integral del bebé fisurado. Nuestra intervención comienza desde los primeros días de vida y se adapta a las necesidades de cada etapa del crecimiento.

Si tienes preguntas o necesitas asesoramiento, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte.

Cuando un bebé nace con fisura de paladar, existe una comunicación directa entre la boca y la cavidad nasal. Esta condición puede dificultar la alimentación desde los primeros días de vida. Debido a esta comunicación, el bebé no logra hacer succión efectiva, ya sea del pecho materno o del biberón, y muchas veces el alimento asciende hacia la nariz, provocando molestias, atragantamientos y complicaciones para tragar con seguridad. Además, respirar mientras se alimenta también puede resultar más difícil, lo que le genera un mayor esfuerzo muscular y fatiga.

Esta situación puede comprometer el crecimiento adecuado del bebé, dificultando el aumento de peso y talla. Para que la cirugía de cierre del labio y/o paladar tenga los mejores resultados, es necesario reducir la amplitud de la fisura antes de la intervención. Esto favorece una mejor cicatrización de los tejidos y mejores resultados tanto estéticos como funcionales.

Objetivos del tratamiento en esta primera etapa:

  • Rehabilitar funciones básicas como la succión, la deglución y la respiración.
  • Disminuir la amplitud de la fisura.
  • Modelar el paladar hacia una forma de arco simétrico.

Para lograr esto, aplicamos una técnica basada en la Ortopedia Funcional Maxilar (Ofm), llamada Fun-PSIO, desarrollada por mí hace más de 30 年. Esta técnica consiste en el uso de una Placa Funcional, fabricada en acrílico rígido a partir de una impresión personalizada del paladar del bebé. Esta placa, cómoda y segura, actúa como un paladar artificial que facilita la alimentación, ayuda al crecimiento del hueso y guía el cierre progresivo de la fisura.

A medida que el bebé crece, la placa debe reemplazarse periódicamente para adaptarse a los cambios anatómicos y continuar cumpliendo su función de forma efectiva.

Después de la queiloplastia (cirugía del labio), el cirujano te indicará los cuidados necesarios para la herida y te citará para controles postoperatorios. Si deseas apoyo adicional, mi equipo y yo estamos disponibles para acompañarte en esta etapa, resolver tus dudas y orientarte profesionalmente.

Unas 4 a 5 semanas después de la cirugía del labio, retomamos el uso de la Placa Funcional. Aunque el labio ya estará cerrado, el paladar sigue abierto y requiere atención para favorecer su desarrollo.

Durante esta etapa, la Placa Funcional sigue siendo clave para permitir una alimentación adecuada, especialmente cuando el pediatra empieza a incorporar papillas y alimentos blandos. También ayuda a que los dientes que van erupcionando lo hagan en una mejor posición y a que continúe cerrándose progresivamente la fisura.

La duración de esta fase depende de cada caso, pero suele mantenerse hasta que el cirujano indique que es momento de realizar la palatoplastia, generalmente entre los 14 y 16 meses de vida.

El cuidado postoperatorio es esencial para asegurar una correcta cicatrización y prevenir complicaciones. Te invitamos a contactarnos si necesitas orientación sobre esta etapa.

Pasados 3 a 6 meses desde la cirugía del paladar, comenzamos con una valoración funcional completa. En esta etapa:

  • Evaluamos la mordida, la función masticatoria y el desarrollo óseo.
  • Aplicamos medidas preventivas para cuidar la salud dental del niño.
  • Brindamos orientación a los padres sobre la prevención de caries.
  • En caso de detectar maloclusiones, iniciamos tratamiento de ortopedia funcional temprana para guiar el crecimiento maxilar.

Durante esta etapa, comienzan a erupcionar los dientes temporales (los llamados “dientes de leche”). En algunos pacientes pueden aparecer desviaciones en la mordida o un crecimiento desigual del maxilar. 這就是為什麼, es importante hacer controles regulares con el especialista en Ortopedia Funcional Maxilar (Ofm), quien evaluará la necesidad de colocar nuevos dispositivos ortopédicos funcionales que guíen el crecimiento del hueso maxilar y ayuden a mantener el arco dentario con buena forma.

Objetivos en esta etapa:

  • Estimular el crecimiento adecuado del maxilar
  • Corregir desvíos de la mordida
  • Promover una posición correcta de la lengua y la respiración nasal
  • Acompañar el desarrollo del habla.

En esta etapa, el niño empieza a cambiar sus dientes de leche por los dientes permanentes. Es un momento clave para detectar alteraciones en el crecimiento óseo y guiar la erupción de los dientes permanentes. El tratamiento de Ortopedia Funcional Maxilar puede continuar o adaptarse para facilitar la correcta ubicación de los dientes y preparar la boca para tratamientos futuros como el injerto óseo alveolar.

Objetivos en esta etapa:

  • Guiar el recambio dentario
    Estimular el crecimiento del maxilar en caso de deficiencia
  • Favorecer una mordida equilibrada
  • Preparar al paciente para la cirugía de injerto si es necesaria

Muchos niños con fisura necesitan una cirugía llamada injerto óseo alveolar, que consiste en colocar un pequeño fragmento de hueso en la zona de la encía donde hay una interrupción (la fisura). Esto se hace para reforzar la estructura ósea del maxilar y permitir que el canino permanente (colmillo) erupcione adecuadamente.

El ortodoncista o el ortopedista funcional se encargará de preparar el espacio necesario para esta cirugía.
Después de la operación, se realiza un seguimiento para confirmar que el injerto ha sido exitoso.

Cuando ya han erupcionado todos los dientes permanentes (por lo general entre los 12 y los 14 年), se evalúa la necesidad de tratamiento ortodóncico con brackets u otros sistemas. La ortodoncia busca alinear los dientes, cerrar espacios residuales de la fisura, mejorar la mordida y preparar al paciente para una posible cirugía ortognática si se requiere más adelante.

Objetivos de esta fase:

  • Alinear los dientes permanentes
  • Corregir problemas en la mordida
  • Mejorar la estética dental
  • Coordinar con el equipo de cirugía maxilofacial si es necesario

El tratamiento de la fisura labiopalatina no termina con las cirugías iniciales ni con la ortodoncia durante la adolescencia. Es muy importante que el seguimiento continúe durante la adultez, ya que algunos aspectos funcionales y estéticos pueden necesitar ajustes o controles adicionales a lo largo del tiempo.

Una vez finalizado el crecimiento facial y completado el desarrollo dental, se recomienda realizar revisiones periódicas con el equipo multidisciplinario para valorar:

  • La funcionalidad de la mordida y la relación entre los maxilares.
  • El habla y la función del paladar en la articulación del lenguaje.
  • La estética facial y dental, en caso de que el paciente desee realizar tratamientos complementarios.
  • El bienestar emocional y la adaptación social del paciente.


En algunos casos, puede ser necesario considerar tratamientos adicionales como:

  • Ortodoncia de finalización o de refinamiento.
  • Cirugías ortognáticas para mejorar la oclusión y el perfil facial.
  • Rehabilitación protésica o estética dental si faltan piezas dentarias o presentan anomalías.


Evaluaciones logopédicas o apoyo psicológico.

Odontóloga especialista atendiendo a bebé con fisura labiopalatina junto a su madre en consulta médica, Marruecos 2017

Nuestro compromiso

Nuestro compromiso es acompañarte a lo largo de todo el proceso, ofreciendo un seguimiento individualizado y adaptado a las necesidades de cada etapa de la vida. Recuerda que la fisura no define a tu hijo/a: con un tratamiento adecuado, podrá desarrollarse plenamente, con salud, seguridad y confianza. En la adultez existen muchas alternativas para tratamientos dentales en caso que sean necesarios, como carillas, prótesis, implantes, etc.